El vértigo de empezar y las ganas de volar

Publicado el 9 de octubre de 2025, 17:59

                                       

                                            "Cada nuevo comienzo viene del final de algún otro comienzo." - Séneca

       

Y aquí estoy, a punto de saltar. Con el estómago hecho un nudo y la ilusión desbordada, como un niño la mañana de Reyes.

 

Empiezo una nueva etapa —mi propio proyecto, mi espacio, mi manera de aportar, espero, desde las palabras— y no te voy a mentir: hay miedo. Pero también hay una energía que empuja, una emoción que tiembla entre los dedos.

 

Porque los comienzos son así: una mezcla de vértigo y esperanza. Un paso al vacío con la confianza (a veces ciega) de que algo bueno nos espera al otro lado.

 

Te preparas, ensayas sonrisas, intentas parecer segura, y de pronto… tropiezas. O te das cuenta de que los zapatos nuevos aprietan. Pero sigues, porque sabes que cada tropiezo también forma parte del camino.

 

Y entonces ocurre. Un gesto, una palabra, una señal mínima que te dice: “esto tenía que pasar”.
Ahí está la magia.

 

Los comienzos son torpes, sí, pero también luminosos. Están llenos de vida, de historias que aún no se han contado. Y este —mi comienzo como emprendedora— es una de ellas.

 

No todo está listo ni todo está claro, pero ya he dado el primer paso.

Y a veces, eso es todo lo que hace falta para empezar a volar.

 

Si tuvieras que dar hoy un primer paso hacia algo que te ilusiona, ¿cuál sería?

 

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios