
Cada año, la RAE abre las puertas del Diccionario a lo que ya decimos sin pedir permiso.
Y este 2025 viene cargado de incorporaciones curiosas, útiles… y alguna que otra travesura lingüística o absurdez (palabra que desde ya, exijo en el diccionario).
💻 Tecnología y oficios
El trabajo se redefine, y las palabras también.
Ya no solo se trabaja: se teletrabaja.
Se es desarrollador —porque hay quien concibe o implementa programas informáticos—, y hasta barista, ese profesional que convierte el café en un arte.
🏃♀️ Deportes y actividades
El cuerpo también tiene su léxico propio.
De practicar ciclismo en terrenos o circuitos accidentados —bicicross— a barrer una pista de hielo y llamarlo deporte —curling.
De mezclar el combate y la danza —capoeira— al ya integrado fitness para hablar de gimnasia. (Yo la habría integrado con una s.)
De descubrir las profundidades del mar haciendo esnórquel a practicar algo más temerario, ya que usas puños y pies —full contact.
El español, como el deporte, está en movimiento constante.
🎶 Música
El oído también se vuelve académico:
ahora rapear, ser blusero, indie o funk ya no es solo cuestión de estilo, sino también de ortografía aprobada.
💄 Salud y belleza
El cuidado personal también deja huella en el diccionario.
Palabras como sérum (por suero), micelar (por agua micelar) o atencional (de atención, ‘acción de atender’), en expresiones como déficit atencional —que, así de primeras, parece un “palabro”—, muestran que el lenguaje, igual que la piel, se rejuvenece.
🎭 Cultura y comunicación
Las pantallas y los escenarios aportan nuevas voces.
El temido espóiler ya tiene el sello de la RAE, junto a musealizar (convertir en museo un lugar de interés cultural).
Ahora podré decir que “mi madre tiene musealizada su casa”, pero... shhhh, calla, Isabela, que estás haciendo una lista, no colaborando como dramaturgista para montar un espectáculo.
La cultura se escribe como se vive: con mezcla y movimiento.
🍽️ Gastronomía
El sabor también se dice.
Frapé, tabulé, umami (para hablar del sabor intenso y sabroso debido al glutamato presente en algunos alimentos, como la salsa de soja o el queso curado), infusionar…
El español se sienta, literal, a la mesa del mundo.
🌦️ Sociedad, clima y otros mundos
De la meteorología al lenguaje cotidiano:
DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), chiringuito financiero (entidad al margen de ciertos controles y garantías legales), zona de confort, voto de castigo.
La verdad es que da yuyu —miedo— tanto cambio.
Jarreo (vertido de un líquido de un recipiente a otro, o lluvia copiosa) también tiene ya entrada propia.
Porque las palabras reflejan, al fin y al cabo, cómo vivimos.
😏 Y las que vuelven del “infierno de lo incorrecto”
Sí, vuelven: almóndigas, murciégalo y toballa.
O, como yo diría —que nunca pienso usar estas tan feas—: albóndigas, murciélago y toalla.
Parece una broma de mal gusto. Toda la vida aprendiendo a hablar bien para que ahora la RAE nos deconstruya las palabras.
No somos un huevo, por favor…
🪶 En resumen
La RAE observa, recoge, registra. A veces hace cosas muy raras.
El idioma se hace de uso, de historia y de cambio.
Y este 2025, el español ha tenido más meneíllo que nunca.
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