Reflexivos vs Dativos: el pronombre “se” y otros pronombres átonos
Cuando hablamos de rutinas diarias, hemos visto muchos verbos reflexivos, como:
- Me levanto a las siete.
- Nos acostamos tarde.
- Te lavas las manos antes de comer.
En estos casos, el pronombre responde a la pregunta “¿qué hace el sujeto sobre sí mismo?”: el sujeto realiza la acción sobre sí mismo.
Pero cuidado: el mismo pronombre o los pronombres átonos “me, te, le, nos, os, les” pueden tener otra función, que no es reflexiva. Esta función se llama dativo y responde a la pregunta “¿a quién le afecta la acción?”.
Por ejemplo:
- Me duelen los pies. → No hago nada sobre mí mismo, sino que los pies se ven afectados por una dolencia.
- Le preparé un café a Ana. → Ana no hace la acción; la acción le beneficia a ella.
- Se me rompió la ventana. → “Se” aquí es parte de un verbo pronominal, pero el “me” indica que la ventana es mía, pertenece a mis posesiones.
Cómo diferenciarlos. Resumen:
- Reflexivo → el sujeto realiza y recibe la acción. Pregunta: ¿qué hace sobre sí mismo?
- Dativo → el sujeto recibe el efecto de la acción o algo le pertenece. Pregunta: ¿a quién le afecta o beneficia la acción?
Pronombres Átonos y sus Funciones
PRONOMBRES ÁTONOS
me, te, se, nos, os, le, les
Reflexivo
Función: El sujeto realiza y recibe la acción sobre sí mismo
Ejemplos:
- Me levanté temprano
- Nos acostamos a las 22
Dativo
Función: Indica quién se beneficia, se perjudica, posee o se implica
- Dativo argumental: Obligatorio para el verbo. Ej.: Le di un regalo a Marta
- Dativo de interés: Beneficio o perjuicio. Ej.: Le cociné su plato favorito
- Dativo simpático / posesivo: Muestra a quién pertenece lo afectado. Ej.: Se me rompió la ventana
- Dativo ético: Implicación afectiva. Ej.: ¡No te me vayas!
- Dativo aspectual / concordado: Señala completitud, esfuerzo o énfasis. Ej.: Nos leímos toda la prensa
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